Aunque el segmento de los monovolúmenes estaba casi muerto en 2006 en Europa, SEAT probó suerte presentando el Altea XL, un minivan con un manejo similar al de un automóvil.
Como su nombre indica, se trataba de la versión XL de su hermano menor, el Altea MPV. SEAT construyó ambos vehículos sobre la misma plataforma que el Volkswagen Golf MKV pero con voladizos extendidos. Además de eso, el fabricante de automóviles desarrolló una carrocería más alta, lo que resultó en un interior espacioso.
Desde el frente, el Altea XL mostró la misma fascia delantera que su hermano Altea. Sus faros específicos de SEAT con forma de ojo felino siguieron el concepto de diseño de vanguardia con líneas fluidas y ángulos agudos. Walter da Silva dibujó el auto y continuó su perfil con una línea ondulada esculpida en los paneles de las puertas. La versión XL era 187 mm (7,4”) más larga que la Altea.
En la parte delantera, la posición alta de los asientos y el salpicadero curvo parecían heredados por SEAT del compacto Leon. El diseño específico del panel de instrumentos, con un tacómetro montado en el centro, era inusual para un monovolumen. El Altea XL ofrecía espacio para cinco, como su hermano menor, pero con un generoso espacio en el maletero que proporcionaba 532 litros (18,8 pies cúbicos) con todos los asientos en su lugar y 1.604 litros (56,6 pies cúbicos) con los asientos traseros plegados. Una mejora significativa para el automóvil fue el banco trasero deslizante, que permitió más espacio para las piernas o el maletero, según la situación.
No hubo demasiadas sorpresas bajo el capó, ya que el Altea XL llevaba las mismas transmisiones de su hermano más pequeño, aunque también estaba disponible con un sistema de tracción total, lo que lo hacía mejor en superficies sueltas.