La quinta generación del Subaru Legacy Tourer se presentó en el Auto Show de Nueva York de 2009.
Trajo varias tecnologías nuevas para el modelo de 20 años.
La primera generación del Subaru Legacy se lanzó en 1989 y sorprendió al mercado con su motor de cuatro ruedas y tracción total. Era una época en la que el hermano menor, el Impreza, ganaba carreras en el Campeonato Mundial de Rally y el éxito del Legacy se basaba en esas ganancias y sus cualidades.
Una de las características principales del Legacy Tourer eran las ventanas laterales sin marco que eran tradicionales para Subaru. La quinta generación tuvo que colocar marcos para aumentar la seguridad del automóvil a los estándares más nuevos. Sus faros ya no eran delgados sino grandes y se extendían sobre el capó y los guardabarros. La parrilla era más grande que antes, con un marco cromado y las alas plateadas que sostenían la insignia ovalada. El automóvil era más largo que su predecesor por 55 mm (2,16”) y también por 40 mm (1,6”) que el sedán.
En el interior, gracias a una gran distancia entre ejes de 17051 mm (108,3”), ofrecía suficiente espacio para las piernas de los pasajeros traseros. La línea del techo más larga también ofrecía más espacio para la cabeza para los pasajeros traseros. El espacio de la cajuela podría haberse ampliado con el banco trasero dividido 60/40 plegado hasta 1677 litros (59,2 pies cúbicos)
El diseño interior era simple, con colores negro y plata, que lucía mejor que antes. Para la comodidad del conductor, el Legacy presentaba un freno de estacionamiento montado en el tablero y un soporte para pendientes.
Para el departamento técnico, el Legacy presentaba el mismo sistema simétrico de tracción en las cuatro ruedas, con motores de cuatro cilindros, ya sea diesel o gasolina. La transmisión estándar era una caja de cambios de 6 velocidades, mientras que una CVT llamada Lineartronic se ofrecía como opción.