Subaru Legacy fue el único sedán de tamaño mediano que se ofreció como estándar con un sistema de tracción total, independientemente del nivel de equipamiento o la elección del motor.
Y el modelo 2014 no fue una excepción.
Subaru optó por reemplazar su modelo insignia, el Legacy, con más frecuencia que los modelos normales de 8 años o más utilizados por otros fabricantes de automóviles. Por eso, el modelo 2015, lanzado en 2014, fue la séptima generación de un coche que se presentó por primera vez en 1989. En un principio, el Legacy se desarrolló también como coche de rally, pero su hermano menor, el Impreza, fue mejor en ese juego y siguió siendo el miembro clave en el programa WRC.
El Legacy 2015 seguía siendo un sedán deportivo, con un todo orientado al rendimiento. El estilo exterior era deportivo, con un aspecto agresivo en sus faros y su gran parrilla rodeada por un borde cromado. El parachoques presentaba una toma de aire central y vainas laterales para las luces antiniebla. En la parte trasera, un labio incorporado en el maletero añade un toque final de deportividad.
Por dentro, el coche estaba anticuado desde el punto de vista del diseño incluso cuando se lanzó al mercado. El sistema de audio de montaje alto y el estilo suave eran inusuales para ese año. Otros fabricantes de automóviles ya presentaban unidades de infoentretenimiento de serie, pero no Subaru.
La principal ventaja del Legacy era la transmisión. Su sistema de tracción total simétrica garantizaba un viaje seguro incluso en las condiciones de carretera más duras con nieve, grava, barro o hielo. El automóvil se ofreció con dos opciones de motor y una CVT.