Cinco años después de presentar la quinta generación del Corolla, Toyota presentó una actualización del ciclo de vida media para el vehículo del segmento compacto.
Ser uno de los modelos más vendidos del mundo fue un desafío difícil para el fabricante de automóviles japonés, que trató de mantener altas las cifras de ventas del Corolla. Logró ser el auto más vendido en 1997. Tres años después de ese logro, Toyota presentó una versión renovada para su vehículo de tamaño compacto.
Finalmente, toda la familia Corolla tenía la misma fascia delantera, y eso facilitó las cosas para que el fabricante de automóviles los produjera y para que los clientes los reconocieran. Toyota amplió el sistema de faros dobles del sedán también para la versión de cinco puertas. Eso condujo a una parrilla rediseñada con listones horizontales y un nuevo parachoques de plástico envuelto que lucía una parrilla inferior y un par de tomas de aire laterales. En la parte trasera, la versión de cinco puertas no era la mejor inspirada. Su portón trasero inclinado no ayudó demasiado para aumentar el espacio del maletero y, desde el punto de vista del diseño, tampoco fue muy apreciado.
En el interior, los diseñadores cambiaron el salpicadero por completo. Instalaron una pequeña pantalla LCD en la parte superior de la consola central y botones a su alrededor. Se utilizó para el sistema de audio como antecesor de los sistemas de infoentretenimiento. El panel de instrumentos era diferente, según la opción de motor, con o sin tacómetro. No estaba en la cima de su clase con 372 litros (13,1 pies cúbicos) de espacio en el maletero.
Debajo del capó, Toyota instaló una pequeña gama de motores que constaba de una unidad de gasolina de 1.6 litros y dos versiones diésel: una de 1.9 litros transferida de Peugeot-Citroen y una turbodiésel de 2.0 litros desarrollada internamente.