El Toyota Prius de 1997 fue un hito en la industria del automóvil.
Fue el comienzo de la revolución híbrida y todo comenzó cuando la automotriz japonesa ayudó a un motor con un motor eléctrico.
En 1997, Toyota introdujo el Prius en el mercado japonés. Era un automóvil construido con un propósito: ser eficiente en combustible y lo suficientemente práctico. Además, se ofrecía a un buen precio para aquellos tiempos. Y no era un vehículo de moda, pero se convirtió en uno. También se convirtió en una declaración de sostenibilidad.
La primera generación del Prius no fue un coche de gran apariencia. Tenía la forma de un sedán regular de tres cajas con faros triangulares y curvos. El Corolla de aquellos tiempos se veía mejor. En los pilares D, se necesitaban un par de salidas de aire para enfriar las baterías. Compartió más piezas con otros autos de producción de Toyota.
En el interior, el diseño era aún más extraño, con un gran palo al lado del volante. Se usó para la transmisión. El grupo de instrumentos era completamente digital y estaba instalado en el medio del tablero ancho y largo. La pantalla de navegación estaba montada en el lado superior de la consola central. Recuerde, era 1997, y no muchos autos presentaban tal equipo.
La revolución estaba bajo el capó, donde un motor de gasolina de 1.5 litros estaba montado en paralelo a un motor eléctrico. Ambos estaban acoplados a la misma caja de cambios CVT, la única transmisión de aquellos tiempos que podía tener que manejar los dos tipos de motores.