Ya icónico, el Beetle fue el automóvil más vendido del mundo con la forma más reconocible.
El primer Beetle cobró vida en 1983, pero se vendió con la placa de identificación de Tipo I, 1200, 1300 y 1500. El Beetle también fue apodado “Bug”. Los nuevos modelos aún conservan el diseño de “coche del pueblo”.

Volkswagen presentó en 2016 el coupé y el descapotable Beetle, con tres opciones de motorización: un 1.8 litros de 170 CV, un 2.0 litros de 150 CV y el más potente, un 2.0 litros de 4 cilindros que desarrolla 210 CV. Los usuarios podían elegir entre una transmisión manual o automática de 6 velocidades, así como una de doble embrague.

Probablemente porque el Beetle fue comprado principalmente por mujeres, Volkswagen rediseñó el exterior para atraer a más compradores masculinos. El Beetle ya no se ve tan feliz, pero seguía siendo un lindo auto, en lugar de tener un aspecto agresivo. El techo se bajó y el parabrisas estaba más vertical. Como la mayoría de los coches alemanes, el diseño perduró a lo largo de los años.

La cabina era sencilla, práctica, con un aspecto limpio. Los asientos delanteros eran cómodos, mientras que los asientos traseros ofrecían poco o ningún espacio para las piernas y la cabeza.

El área de carga era decente para el cupé, pero no el caso del convertible con el deflector de viento colapsado.

La parte superior de la gama estuvo representada por la versión Dune del Beetle, que era más alta y ancha que las demás.

El Dune también estaba disponible en forma de cupé y convertible.