El Passat de 1997 fue uno de los mejores autos jamás fabricados por Volkswagen y, en forma de camioneta, era un camión de tamaño mediano lo suficientemente grande como para transportar a un estudiante hacia y desde la universidad en un solo viaje.
Si bien se llamó Passat B5, en realidad fue la cuarta generación del competidor de tamaño mediano para el fabricante de automóviles alemán. La tercera generación se denominó T3 para el modelo inicial, y la versión renovada fue nombrada B4 por el fabricante de automóviles alemán, aunque no era un vehículo nuevo. Pero el B5 siguió siendo la piedra angular de la gama Passat.
En forma Variant (camioneta), el Passat era ese tipo de vehículo decente que no pedía demasiado para comprarlo o manejarlo. Su diseño era audaz para un Volkswagen. En la parte delantera, mostraba faros rectangulares con señales de giro montadas en las esquinas, pero Volkswagen redondeaba el aspecto general. En la parte trasera, el fabricante de automóviles instaló luces traseras rectangulares que flanqueaban la amplia puerta trasera.
En el interior, el fabricante de automóviles optó por jugar tan seguro como en el exterior, el grupo de instrumentos curvos albergaba cuatro diales y una pantalla TFT entre el velocímetro y el tacómetro. En eso, el sistema de navegación opcional podría mostrar direcciones con flechas puntiagudas. Había dos asientos de cubo en la parte delantera y un banco plegable dividido 60/40 en la parte trasera. Con los asientos levantados, ofrecía 495 litros (17,5 pies cúbicos), mientras que con el respaldo plegado, proporcionaba hasta 1.600 litros (56,5 pies cúbicos)
Debajo del capó, Volkswagen ofreció una amplia gama de motores con gasolina y turbodiésel. En términos de eficiencia de combustible, fue uno de los mejores del mercado, principalmente gracias a sus motores TDI, que no estaban disponibles en todos los países.