Con el lanzamiento del Volvo S80, la empresa sueca dio un gran paso adelante.
Los Volvo eran conocidos por sus excelentes características de seguridad y su buena confiabilidad; sin embargo, la gente no los consideraba vehículos emocionantes.

El S80 prácticamente reemplazó al S90 y se convirtió en el diseño insignia de Volvo.

El diseño exterior presentaba líneas fluidas desde el frente hasta la parte trasera. Se veía elegante y simple en conjunto.

En la parte trasera, la forma de las luces traseras recordaba un poco al diseño antiguo de Bentley, sin embargo, la versión de bajo costo del mismo. A diferencia de los modelos anteriores, la insignia de Volvo se colocó en el centro de la tapa del maletero.

Inicialmente, el S80 estaba disponible con cuatro opciones de motor: uno de 5 cilindros y 2.4 litros que producía 141 hp, disponible tanto con GLP como con GNC, una versión más potente con 170 hp, un motor de 6 cilindros y 2.9 litros que desarrollaba 196 hp, respectivamente 272 hp para la versión tuneada y el 2.5 litros de VW que producía 140 hp.

Más tarde, en 2000, se ofreció un nuevo motor de 2.5 litros y 203 hp junto con un sistema de tracción total.

Si bien Volvo era sinónimo de seguridad, no sorprende decir que el S80 obtuvo una puntuación alta en la prueba de choque. Sin embargo, la gran seguridad para los ocupantes hacía del S80 un coche peligroso para los peatones en caso de colisión, debido al agresivo frontal.