Siguiendo el camino del concepto New Six lanzado en 1968 con la carrocería E3, la primera generación del BMW Serie 7 se presentó en 1977.
El primer Serie 7 comenzó su ascenso en la escalera del éxito en 1977 con una línea de vehículos que solo presentaban motores de seis cilindros. Un modelo prototipo presentaba un motor V12, pero era único en su clase. Su fascia en ángulo se parecía al perfil de una nariz de tiburón.
El aspecto del vehículo era moderno y se alejaba por completo de la tendencia de diseño anterior. La única idea de diseño que se mantuvo fue el concepto de cuatro faros redondos. Aparte de eso, todo era nuevo. El capó plano, ancho y ligeramente hacia arriba estaba acompañado por un invernadero simple y una tapa del maletero descendente. Los paragolpes cromados estaban de moda en los coches de aquella época. En 1983, cuando se realizó el lavado de cara, se amplió la parrilla en forma de riñón y aparecieron nuevos parachoques cubiertos de plástico.
En el interior del vehículo, la serie 7 presentaba numerosas innovaciones, como las luces de control de servicio, el control de clima y la computadora de a bordo. El modelo base con el acabado básico presentaba asientos de tela y caja de cambios manual, pero se agregaron más comodidades para los niveles de acabado superiores, como techo corredizo, ventanas eléctricas, asientos de cuero y seguros eléctricos.
La línea de motores comenzó con motores con carburadores Solex de cuatro cilindros, pero pronto todos los motores recibieron sistemas de inyección de combustible Bosch. El motor más potente fue el 754i de 286 hp, un modelo que presentaba una unidad de seis cilindros en línea, con la ayuda de un turbocompresor.