Introducido en 1974 como modelo del año 1975, el Dodge Charger de cuarta generación pasó de la ideología de los musclecar al cupé de gran turismo de lujo.
Compartía carrocería con el Chrysler Cordoba, ambos basados en la plataforma B. La imponente parrilla de ancho completo ya no estaba, siendo reemplazada por una rectangular más pequeña y más regular colocada en el medio y protegida por faros redondos. El perfil lateral se atenuó al igual que la parte trasera, con luces verticales y un gran baúl. Al igual que con las generaciones anteriores, el Charger de 1975 se ofreció con una variedad de motores y en diferentes niveles de equipamiento como base, Sport, SE y Daytona.