El Dodge Charger (LX) de segunda generación experimentó una serie de cambios exteriores, y las actualizaciones más importantes se aplicaron a la fascia delantera y la parte trasera, lo que se tradujo en una parrilla y un capó rediseñados y la introducción de las luces traseras tipo “pista de carreras” de la marca.
En el interior, el cupé fastback de cuatro puertas, como lo denominó Dodge, obtuvo materiales premium suaves al tacto, Uconnect Touch, navegación Garmin y una serie de otras características de conveniencia. Ofrecido en versiones SE, R/T y R/T AWD, el Charger estuvo disponible con el Pentastar V6 de Chrysler y el icónico Hemi V8 de 5.7 litros, que genera 370 caballos de fuerza.