Lotus presentó el Excel en 1982, y fue un punto de inflexión para el fabricante de autos deportivos británico, con un gran impacto en sus siguientes modelos.
Cuando Peter Stevens diseñó el Excel, solo podía esperar que el automóvil tuviera éxito durante una década. La idea de Lotus era simple: diseñar una carrocería hermosa, usar una excelente suspensión para mantener el automóvil plantado en la carretera y colocar un motor confiable en su interior. La teoría era correcta y funcionó durante algún tiempo. Pero cada rosa tiene sus espinas, y cada Lotus tenía sus debilidades en el factor de confiabilidad.
En el exterior, Excel no podía ocultar demasiado sus conexiones con Lotus Eclat. La parte delantera del auto se veía igual con los faros emergentes y la nariz plana y afilada. Su área inferior del parachoques presentaba algunas tomas de aire, las señales de giro y las luces estacionarias. Era la parte trasera del vehículo lo que diferenciaba al Excel del Eclat. Sus luces traseras todavía estaban montadas en la parte baja del parachoques, pero eran más grandes. Un gran spoiler de ala casi mata la vista trasera del conductor debido a su tamaño. Pero no importaba mientras el exterior del auto se viera mejor.

Por dentro, era tan estrecho como su predecesor. De hecho, podría acomodar a cuatro personas adentro, siempre que no estuvieran por encima de la altura promedio.

La mayor diferencia entre Eclat y Excel estaba debajo de la carrocería. Después de firmar un acuerdo con Toyota, el fabricante de automóviles británico obtuvo la transmisión manual de cinco velocidades y los frenos de Supra, además de brazos oscilantes traseros más anchos y bajos. El chasis estaba galvanizado.