Mercedes-Benz presentó la cuarta generación de la Clase A en 2018 y AMG presentó una versión más potente en 2019.
Hasta la tercera generación de la Clase A, Mercedes-Benz no estaba muy contento con los resultados de ventas. Además, los problemas técnicos con el manejo del automóvil o los problemas con la caja de cambios empeoraron la situación. Cuando cambió de un aspecto de MPV a una versión de carrocería sedán y hatchback compacto, las ventas despegaron y, con las versiones AMG, estableció la imagen de un hatchback premium. Pero el fabricante de automóviles también ofreció el mismo paquete de rendimiento en la versión sedán.

Gracias a su nuevo diseño, la cuarta generación de la Clase A Berlina resultaba más atractiva. En la parte delantera, presentaba faros inspirados en el CLS, una amplia parrilla hexagonal adornada con una lama doble y un parachoques específico de AMG. Por lo tanto, el automóvil se veía más agresivo que sus hermanos menos potentes. A los lados, las grandes llantas de aleación ligera de 18” llenaban los pasos de rueda. En la parte trasera, un spoiler en la tapa del maletero y dos escapes ovalados cromados completaban la imagen.

En el interior, AMG ofrecía una opción para asientos deportivos de cubo con reposacabezas integrados, pero incluso los estándar ofrecían refuerzos altos. Una consola central alta separaba a los ocupantes delanteros. En la parte trasera, los pasajeros tenían suficiente espacio para las piernas gracias a la gran distancia entre ejes del automóvil. AMG eliminó los clásicos diales analógicos del tablero e instaló dos pantallas anchas: una para el panel de instrumentos y otra para el sistema de infoentretenimiento. Vale la pena mencionar el estilo de turbina para las cinco ventilaciones.

Debajo del capó, AMG hizo su magia y aceleró el motor de cuatro cilindros en línea. Resultó en un enorme 306 hp. Mientras que algunas versiones de Clase A tenían tracción delantera, la versión 35 AMG presentaba un sistema de tracción total estándar.