En algún lugar del camino, la batalla de caballos de fuerza pasó de los autos compactos a los más grandes e incluso a la categoría de camionetas.
Un buen ejemplo de una camioneta muy rápida fue el Mercedes-Benz E63 AMG T-Model de 2006.

En 2006, Mercedes-Benz presentó el lavado de cara de la Clase E en el Salón Internacional del Automóvil de Nueva York. El E63 AMG fue el Clase E más potente jamás fabricado. Producía 38 hp más que el E55 AMG, que tenía un motor sobrealimentado de 5.4 litros. Incluso si ofrecía menos torque, era más rápido a 100 kph (62 mph). En una pista de carreras, era más rápido que un superdeportivo Audi R8.

La camioneta familiar sintonizada por AMG presentaba un estilo frontal más agresivo. Un paragolpes y un faldón diferentes, con tomas de aire más grandes y estribos laterales diferentes. La rejilla era la misma por lo que, de un vistazo, no se notaría tanto. En el paquete se incluyó un juego de ruedas más grande con un diseño especial de cinco radios, al igual que los cuatro tubos de escape en la parte trasera.

En el interior, la camioneta E63 AMG presentaba el mismo interior que las versiones que no son AMG, pero con algunas pequeñas diferencias, como los pedales de aluminio.

El motor era un V8 de aspiración natural con una cilindrada de 6,2 litros. El número 63 no vino del desplazamiento. Provino del torque, expresado en Newton-metro: 631 (465 lb-ft). Iba acoplado de serie a una caja de cambios 7G-Tronic.