Cuando William Li lanzó la marca NIO en 2014, prometió un superdeportivo que podría competir con los vehículos más potentes a la venta y cumplió su palabra.
Antes de iniciar la marca NIO, William Li era el propietario del equipo de carreras NIO 333 FE en la Fórmula E de la FIA. Los ingenieros demostraron sus habilidades cuando NIO comenzó a desarrollar un superdeportivo, y el EP9 estuvo listo para rodar después de solo 18 meses de desarrollo.

Presentado en 2016, el EP9 ofrecía una potencia de un megavatio. Su carrocería y chasis de fibra de carbono ayudaron al automóvil a obtener una asombrosa relación potencia-peso de 784 hp/ton. Además, la aerodinámica activa del automóvil hizo que la curva del automóvil fuera más rápida. Como resultado, el EP9 recorrió la pista de Nurburgring en 6:45,9, solo un segundo más lento que el Lamborghini Aventador SVJ. La carrocería plana y curva
mostró una cabina larga y curva, con un diseño inspirado en una lancha rápida. Su diseñador, David Hilton, firmó los proyectos de varios coches, como el Bentley GT3 de carreras o el concept car Infiniti Emerg-E.

Dentro de la cabina, la vista más impactante eran los reposacabezas laterales que mantenían fijas las cabezas de los ocupantes durante las curvas a alta velocidad. El fabricante de automóviles instaló cuatro pantallas en la cabina y ni un solo instrumento analógico. Su volante fue fabricado por el mismo equipo que construyó el volante de carreras de Fórmula E. En cuanto a los asientos, ofrecían el mayor respaldo posible del mercado.

Además de los cuatro motores montados en todas las esquinas, el EP9 ofrecía suspensión adaptativa y un modo de conducción totalmente autónomo, que no estaba homologado para uso en carretera. Pero se utilizó para establecer un récord en la pista en el Circuito de las Américas, donde fue más lento que un piloto de carreras.