Subaru introdujo una versión renovada para la primera generación del Forester en 2000, y mejoró ligeramente las características interiores y alteró el exterior.
Con una reputación establecida de vehículo confiable y una actitud para ir a cualquier parte, el único problema del Forester era el diseño. El fabricante de automóviles japonés ya sabía que su departamento de diseño era el eslabón más débil y los presionó para que hicieran algo mejor. Y vinieron con esta versión.

Una vez más, el departamento de diseño de Subaru demostró que no podía hacer un lavado de cara adecuado ni presentar ideas que pudieran mejorar el aspecto del automóvil. Instalaron un nuevo parachoques delantero, incluidas las luces antiniebla cuadradas, y cambiaron la parrilla para niveles de equipamiento específicos. Las nuevas molduras laterales y parachoques se pintaron en un contraste de color a juego que no era negro como antes. Pero los diseñadores aún no consideraron combinar las manijas de las puertas y los espejos con el color del automóvil.

Subaru cambió el diseño del tablero en los niveles de acabado superiores, con un grupo de instrumentos extendido sobre la consola central. Para la mayor parte de la gama, mantuvo el mismo diseño antiguo del modelo de 1997, con algunos toques aquí y allá en las formas de los botones. En la parte trasera, el Forester ofreció un banco plegable dividido 50/50 que podía extender el maletero.

Debajo del capó, los ingenieros japoneses mantuvieron la arquitectura del motor bóxer pero agregaron nuevas versiones. Para el mercado estadounidense, introdujeron el motor de 2.5 litros pero no la versión turboalimentada. Subaru reservó ese para otras partes del mundo.