Tal vez era hora de que Audi respondiera al Mini de BMW con un auto mini-premium.
Y la respuesta llegó en 2011, con el nuevo Audi A1.

El mini automóvil se basó en el VW Polo y el Skoda Fabia, con el lujo agregado específico del Audi.

El auto pequeño tenía mucho atractivo y muchas opciones. Sorprendentemente, la versión base no contaba con aire acondicionado, opción que se podía agregar con un costo de $1,525. Sin embargo, el paquete de equipamiento Pro Line tenía aire acondicionado incluido y muchas otras características por solo $1,500. ¡Una buena estrategia de Audi!

Dentro de la cabina pudimos encontrar el elegante tablero al que Audi nos acostumbró, muchos espacios de almacenamiento y portavasos útiles.

Para un coche tan pequeño, el área de carga era más que decente y también podía ampliarse abatiendo los asientos traseros.

El Audi A1 era fácil de conducir, sobre todo genial en la ciudad y en el tráfico. Sin embargo, llevar el automóvil pequeño en un viaje largo puede no ser tan bueno. La dirección fue diseñada para funcionar bien en situaciones de tráfico, pero no ofrecía mucha retroalimentación al conductor.
La suspensión era un poco firme y, en general, se sentía como un auto más grande que funcionaba muy bien en las curvas, con poco o ningún balanceo de la carrocería.

El A1 solo estaba disponible en un modelo de 3 puertas y, debido a su forma, los pasajeros de la parte trasera tenían un espacio limitado para la cabeza.