Daihatsu introdujo el Gran Move en 1996 en el mercado de los monovolúmenes pequeños para ofrecer más espacio interior a sus clientes y una excelente eficiencia de combustible.
El Gran Move se construyó sobre la misma plataforma que el Charade. Su arquitectura de tracción delantera permitió al fabricante de automóviles japonés crear una cabina más alta con una posición de asiento más alta. Por lo tanto, resolvió el problema con el espacio interior y la visibilidad panorámica.

Si bien no era el vehículo más atractivo en el segmento de los monovolúmenes pequeños, el Gran Move era uno de los mejor diseñados. El equipo de diseño se inspiró en el segmento kei-car japonés, donde los paneles verticales y las superficies planas aportaron más eficiencia, pero las ventanas más pequeñas no fueron la mejor idea que tuvieron.

En el interior, los asientos delanteros más altos y el banco permitieron un mejor espacio para las piernas de los pasajeros del asiento trasero. Había espacio para dos en la parte de atrás, o tres si eran muy amigos. Daihatsu tuvo que hacer una concesión al espacio de la cajuela, pero al menos ofreció un banco plegable dividido 50/50. El tablero presentaba una guantera cerrada y un área de almacenamiento abierta frente al pasajero. Para el conductor, el fabricante de automóviles instaló un pequeño grupo de instrumentos con tres diales. Su velocímetro tomó el centro del escenario mientras que el tacómetro ocupaba el lado derecho. El tercer dial presentaba los indicadores de temperatura del refrigerante y nivel de combustible.

Daihatsu instaló solo una opción de motor debajo del capó; un motor de cuatro cilindros y 1.5 litros acoplado a una caja de cambios manual estándar de cinco velocidades.