En el Salón del Automóvil de Ginebra de 2015, el pequeño fabricante de automóviles Koenigsegg presentó el Agera RS.
Fue un superdeportivo desarrollado para ofrecer más rendimiento en la pista, pero aún legal para conducir en las carreteras.

El Agera era uno de los coches más ligeros de la carretera y el coche más rápido del mundo. Fue completamente construido internamente. Aparte de los frenos, los neumáticos y el limpiaparabrisas, todo lo fabrica Koenigsegg y no un proveedor externo. Y una de las opciones más caras de la lista era la opción de “un megavatio”, que aumentaba la potencia hasta 1360 hp desde los 1160 hp estándar.

El Agera RS se basó en el ya famoso Agera. Se construyó en 25 unidades entre 2015 y 2018 y presentaba una entrada de aire más grande para el motor y otras piezas aerodinámicas montadas en el automóvil para aumentar la carga aerodinámica.

En el interior, había un interior lujoso, pero deportivo. Los asientos eran livianos, construidos sobre soporte de fibra de carbono y cubiertos con Alcantara. El tablero podría haber sido personalizado por sus clientes.

La parte de ingeniería de este hipercoche fue la parte más importante. El principal ingrediente utilizado para la carrocería fue la fibra de carbono. Incluso las ruedas eran huecas y estaban construidas con el mismo material. El motor V8 de 5.0 litros fue construido desde cero por Koenigsegg y la caja de cambios fue desarrollada internamente, siguiendo nuevos conceptos de ingeniería. El Agera RS fue la herramienta definitiva para la pista, sin dejar de poder matricularse para su uso en carretera en todo el mundo, ya que cumplía con los estándares de seguridad y otras características de homologación necesarias.