En 2015, en el Salón del Automóvil de Frankfurt, Mercedes-Benz presentó su cupé Clase C.
Reemplazó tanto al CLC, que era más como un hatchback premium de tres puertas. El diseño aerodinámico, con puertas sin marco, hacía que el coche pareciera un descapotable con techo rígido. La línea de cintura alta y ascendente inspira fuerza y rendimiento. Su suspensión se bajó 15 mm (0,6”) en comparación con la versión sedán. Para un aspecto más deportivo, presentaba llantas de aleación ligera de 17” estándar y 19” como opción.
El Coupé venía con faros halógenos H7 de serie y dos variantes LED como opciones. Uno con iluminación simple y un “Sistema de luces inteligentes LED” con asistente de luces altas adaptativas que cambiaba de luces bajas a altas dependiendo del tráfico que se aproximaba.
En el interior, una pantalla independiente ubicada en el centro estaba disponible con 7 “como estándar y una pantalla de 8.4” disponible para la unidad opcional COMMAND Online. Una pantalla frontal opcional mostraba información directamente en el campo de visión del conductor frente al parabrisas. Mostraba la velocidad actual, los límites de velocidad publicados, las instrucciones de navegación y los mensajes DISTRONIC, según la configuración seleccionada.
El Clase C Coupé se ofreció con dos motores de gasolina con diferentes potencias que van desde 156 hp desde una unidad de 1.6 litros hasta un motor de cuatro cilindros de 2.0 litros que ofrecía hasta 245 hp. Para el diésel, se contó con una unidad de 2.2 litros con dos opciones de potencia de 170 hp y 204 hp, respectivamente. La transmisión era estándar con una manual de 6 velocidades o, según el motor, una de 7 velocidades o una de 9 velocidades, ambas con doble embrague.