Con la crisis financiera mundial ya iniciada, GM trató de vender tantos autos como fuera posible y fabricó un SUV con diseño de insignia para el mercado europeo: Saab 9-7X.
General Motors fabricó una versión del Chevrolet Trailblazer con diseño de insignia y trató de venderlo en Europa como un Saab 9-7X. Se introdujo en el mercado en 2004 y en 2008 agregó la versión de especificaciones completas, la Aero. Pero las ventas se estancaron desde que se derrumbó el mercado automovilístico europeo. Además, los ingresos fiscales de los motores grandes eran enormes en comparación con otros vehículos europeos.

En la parte delantera, el 9-7X Aero presentaba un parachoques delantero revisado con molduras cromadas alrededor de las rejillas de ventilación. Sus faros de lentes transparentes se parecían a los instalados en el 93 y el 95, con su diseño inclinado hacia atrás. Debajo del parachoques, Saab instaló un escudo de plástico similar al aluminio. Pero no era un verdadero vehículo todoterreno. Era fácil detectar el diseño específico de un Chevrolet TrailBalzer o GMC Envoy desde sus lados, principalmente debido a la forma del pilar C.

El interior era típico de la marca sueca. Lucía un llavero montado en la consola central y asientos individuales que seguían las mismas ideas de diseño de sus hermanos 93 y 95, aunque GM produjo el automóvil en Ohio. Al igual que sus hermanos estadounidenses, el 9-7X ofrecía espacio suficiente para cinco adultos, con un asiento trasero plegable y dividido.

Debajo del capó, GM instaló una selección de tres motores que oscilaban entre 4.2 litros y 6.0 litros. La versión intermedia presentaba un V-8 de 5.3 litros con un sistema de “Desplazamiento según demanda” que reducía el combustible hasta en cuatro cilindros para aumentar la eficiencia del combustible. Saab ajustó la suspensión y redujo la distancia al suelo. Era un SUV de calle, con tracción total pero sin caja de transferencia alta-baja.