Volkswagen y Ford trabajaron juntos para contrarrestar la alianza Eurovan hecha entre Fiat y el Grupo PSA, y en 1995 lanzaron una gama de minivans vendidos bajo tres insignias diferentes.
Mientras los alemanes se quedaron con los vehículos más caros y mejor equipados, SEAT se encargó de atacar el mercado de los monovolúmenes económicos. Apuntaba directamente a las empresas de alquiler y para los que pedían más a un monovolumen. El Seat Alhambra era una buena apuesta ya que la marca española tenía un precio más bajo que sus hermanos Volkswagen Sharan o Ford Galaxy.

SEAT presentó el renovado Alhambra en 2000. Mantuvo su imagen de marca con la insignia S cromada en la parte delantera, rodeada por una extensión del parachoques del color de la carrocería. Su parrilla con listones horizontales se extendió entre los faros rediseñados, que presentaban un estilo angular y vidrio transparente. Su capó empinado fue continuado en la misma línea por el gran parabrisas. El techo extendido estaba ligeramente curvado hacia el final del automóvil, donde una puerta trasera curva terminaba el vehículo. Fue el diseño de transición entre el biodiseño y la tendencia del diseño de vanguardia.

En el interior, SEAT instaló un diseño de siete asientos en una configuración 2-3-2, con la segunda y tercera fila abatibles para aumentar el volumen del maletero. Debido a su posición de asiento montada en alto, la primera y la segunda fila ofrecían suficiente espacio para los pasajeros, aunque la tercera fila era pequeña y adecuada principalmente para niños o adultos de baja estatura. El panel de instrumentos rediseñado presentaba anillos plateados alrededor de los diales y agujas rojas. Una nueva unidad de información y entretenimiento con un sistema de navegación estuvo disponible para toda la gama.

Debajo del capó, SEAT instaló motores de origen VW, ya sea en versiones de gasolina o turbodiésel.