Fue difícil reemplazar al exitoso Alfa Romeo 155, pero tenía que hacerlo.
En 1997, el nuevo Alfa Romeo 156 era completamente diferente al anterior 155.

El Alfa Romeo 156 fue un sedán de cuatro puertas que llevó a la marca italiana a una nueva era, con un automóvil que no solo era deportivo, sino también práctico, eficiente en combustible, cómodo y elegante. Para lograrlo, el Alfa Romeo Centro Stile partió de una hoja de papel en blanco y se deshizo del diseño cuadrado heredado del 155.

El diseño del automóvil recibió muchos premios y el automóvil en sí ganó el premio europeo “Auto del año” de 1998. Las superficies curvas, el frente con la parrilla de tres piezas que obligaba a instalar la placa de matrícula en un lado, y la silueta tipo coupé con manija oculta para las puertas traseras prometían una historia de éxito. El voladizo trasero corto con un maletero alto y recto acentuaba el aspecto dinámico del coche.

En el interior, había aún más razones para enamorarse del vehículo. Se instaló una consola central deportiva inclinada hacia el conductor, un grupo de instrumentos con diales de estilo binocular. La aguja del velocímetro tenía la posición de cero kph a las seis en punto. Se utilizaron cómodos asientos y agradables materiales de terciopelo para el modelo básico, mientras que los asientos delanteros individuales eran estándar para toda la gama. Los asientos traseros no eran muy espaciosos, con espacio limitado para las rodillas y la cabeza.

Para el tren motriz, la suspensión independiente en las cuatro ruedas le dio al automóvil más comodidad y mejores habilidades de manejo. Era un vehículo compacto ejecutivo deportivo, que se ganó los corazones de los fanáticos de Alfa Romeo.