Dos años antes de que el primer Fiat 500 Nuova saliera de la línea de ensamblaje, Fiat presentó el modelo 600, un automóvil que redefinió el vehículo familiar.
El 600 comenzó su carrera en 1955 como reemplazo del Fiat Topolino, que estaba en el mercado desde 1936. Pero el fabricante de automóviles italiano no tenía demasiados recursos después de la Segunda Guerra Mundial, y eso hizo que mirara al segmento pequeño. Fue el primer Fiat con motor trasero y su primer gran éxito después de la guerra. Si bien no tuvo tanto éxito como el 500, el 600 era el automóvil ideal para cuatro adultos en un viaje largo. Era más que un coche de ciudad.

Fiat contrató a Dante Giacosa para diseñar el 600. Fue el mismo hombre que diseñó el Topolino. El fabricante de automóviles italiano insistió en tener un vehículo con motor trasero, a pesar de que el diseñador era un gran admirador de los automóviles con tracción delantera. Giacosa creó el vehículo lo suficientemente grande como para que quepan cuatro adultos en su interior, pero no más grande que eso. El techo en forma de burbuja era necesario para ofrecer un espacio decente para los pasajeros del asiento trasero. De todos modos, había mucho espacio en la parte delantera. El 600 presentaba puertas al ras de los guardabarros y bordes redondeados.

En el interior, el 600 presentaba un tablero largo y metálico con el velocímetro instalado en un grupo de instrumentos justo en frente del conductor. Como el auto era muy angosto, el diseñador instaló manijas para cerrar las puertas y bolsillos de vinilo. Debajo del tablero, montó un estante.

Debajo del capó, Fiat instaló un motor de cuatro cilindros refrigerado por agua que producía solo 21 hp. Iba asociado a una caja de cambios manual de 4 velocidades.