La marca premium de Nissan, Infiniti, presentó la tercera generación del M-Sedan en 2005, basado en el Nissan Fuga japonés.
Cuando Nissan decidió ofrecer un auto mejor, lo dijo en serio. El M-Sedan era un vehículo mediano construido con una combinación de tecnología, lujo y rendimiento. Como resultado, el M-Sedan superó a la mayoría de sus competidores en el mercado.

Para 2005, Infiniti ya encontró sus claves de diseño y estableció una línea para mantener la forma de sus vehículos en una tendencia común. En el M-Sedan, los faros inclinados hacia atrás se parecían a los instalados en el G35 Coupe y los de la serie EX. Su parrilla inclinada con lamas horizontales cromadas ya era conocida en el mercado. Para enfatizar la orientación sedán de desempeño del auto, los diseñadores hicieron que la ventana trasera estuviera inclinada y la tapa del maletero corta.

En el interior, los asientos con respaldo alto en la parte delantera se inspiraron en los del G35 Coupe. Infiniti colocó cuatro diales en el grupo de instrumentos, al igual que la mayoría de los otros fabricantes de automóviles, pero los indicadores de nivel de combustible y temperatura del refrigerante eran más grandes de lo habitual. En la parte superior de la consola central, el M-Sedan presentaba una pantalla para el sistema de información y entretenimiento similar a la del Nissan Primera, controlada a través de un panel de control distinto.

Debajo del capó, Infiniti instaló dos opciones de motor y un sistema de tracción en las cuatro ruedas heredado del poderoso Skyline GTR. Todas las versiones se combinaron con una transmisión automática de 5 velocidades.